Falta muy poco para el esperado estreno de Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba the Movie: Mugen Train, y no es poca la expectación que genera la película que adaptará el "Arco del Tren Demoníaco" tras su exitosa primera temporada.
Kimetsu no Yaiba no necesita presentación y es que gracias al grandísimo trabajo de animación llevado a cabo por Ufotable, el mundo creado por Koyoharu Gotouge se ha convertido en una de las obras con mas rentables y con mayor repercusión de los últimos años.
Pero devolvamos los pies a la tierra para destripar las cualidades que han convertido las aventuras de Tanjiro y Nezuko en el fenómeno que conocemos a día de hoy.
Corría el año 2016 cuando Kimetsu no Yaiba se publicaba por primera vez en la Shonen Jump. Fue en ese entonces cuando la autora nos condujo al Japón de la Era Taisho, un periodo donde las antiguas costumbres niponas se empezaron a entremezclar con la modernidad.
Y es ahí donde conocemos a Tanjiro, un joven dulce y de gran corazón que vive en las montañas, cuyo oficio es vender carbón para mantener a su familia. Pero todo cambiará en la vida de Tanjiro cuando, tras regresar de vender carbón en el pueblo, encuentra su hogar devastado y a su familia brutalmente asesinada, todos excepto su hermana Nezuko, la cual ha sido convertida en demonio. Tras ello, el protagonista decide que se convertirá en Cazador de Demonios con la determinación de devolver a su hermana a la normalidad.
A pesar de que el manga fue estrenado en 2016, no fue hasta el lanzamiento de su adaptación animada cuando la obra empezaría a acaparar portadas.
En abril del 2019 Ufotable estrenó la historia de demonios en la pequeña pantalla, y fue en ese momento cuando la popularidad de Kimetsu no Yaiba se disparó. El manga paso de un ratio de ventas poco destacable a plantar cara a obras del calibre de One Piece o Shingeki no Kyojin, con más de 70 millones de copias vendidas.
Pero, ¿por qué una obra que había estado serializada sin apenas repercusión durante tres años, se convertiría en uno de los mayores éxitos tras su adaptación animada?
En el manga el dibujo no le hace justicia a la historia, la cual resulta realmente entretenida, pero no resalta por sus paneles y este posiblemente sea uno de sus mayores defectos. Aunque es cierto que se puede apreciar una evolución en el dibujo a lo largo de la obra, y qué mejora sustancialmente.
Pero lo que realmente hace especial a la obra de Gotouge son su personajes. Tanjiro, y sus compañeros forman uno de los grupos más carismáticos que podamos encontrar. Resulta imposible no encariñarse de ellos, y esto lo consigue la autora a pesar de los clichés que pueden resaltar a primera vista sus personajes, ya sea el cobarde y mujeriego Zenitsu, el gritón Inosuke o el caso de Nezuko, la cual consigue esto sin ni siquiera articular una palabra. Una ristra de personajes que a priori caen en todos los estereotipos, pero que su interacción hace que lo pasemos por alto. A todo esto sumarle unos personajes secundarios y antagonistas a los que se les da un gran trasfondo y con unos diseños que no dejan indiferente a nadie.
Y sin duda alguna el "realismo" de la obra es otro de los requisitos que la convierte en indispensable, pues a pesar de ser un shonen, no le tiembla el pulso a la hora de matar personajes, sus heridas no sanan "milagrosamente" y los sucesos tendrán repercusiones en los personajes y en el devenir de la obra.
Normalmente vemos grandes obras siendo arruinadas por su deficientes adaptaciones, casos como Berserk hacen que muchos aficionados al anime no le den la oportunidad a estas obras. Pero en este caso ocurre lo opuesto.
A pesar de todos los rasgos positivos que caracterizaban el manga, la obra no tuvo el reconocimiento que merecía hasta que la audiencia empezó a disfrutar de su adaptación. A todos los elementos que resaltaban en el manga, se le acabarían sumando dos factores que marcarían su futuro éxito:
Su banda sonora; en este aspecto Kimetsu no Yaiba se aleja del convencionalismo, puesto que en lugar de reciclar sus canciones una y otra vez, cuenta con un amplio abanico musical diferente para cada situación. Los personajes cuentan con canciones propias, incluso los demonios, a pesar de tener una serie de estrofas generales, cuentan con sonidos diferenciados. Sin duda esta gran labor ha sido artífice de la gran acogida de la obra. Sin olvidarnos del tema principal de la obra, interpretado por la popular cantante Lisa, y que ya forma parte de la cultura general del anime.
Toda su BSO, y la manera de implementarla dentro de la adaptación suponen uno de los pilares de su éxito.
Y por supuesto, su animación, la cual emplea colores muy vividos, con un trazo mas grueso de lo que estamos acostumbrados a ver, pero que resalta de manera positiva. Y sin lugar a dudas su mayor punto fuerte es la fluidez de la misma, lo cual consigue gracias a la buena implementación del CGI, y es que a diferencia de otras obras donde abusan de esta practica(véase el Titán Colosal o las adaptaciones de Berserk), Kimetsu lo emplea de manera muy inteligente, utilizando planos vertiginosos o lejanos, desenfoques, mezclando el CGI con el propio dibujo o moviendo a los personajes dentro de un fondo hecho por ordenador, de esta forma consigue que esta practica no se vea forzada y sirva para vivir la historia de una forma mas natural y fluida.
Es por todo esto que desde La Séptima Capa estamos deseosos de poder disfrutar de la nueva película de Kimetsu no Yaiba. Hasta entonces aquí os dejamos el trailer:
Y vosotros, ¿qué esperáis de lo nuevo de Ufotable?
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