Al igual que ocurrió con el manga de Jujutsu Kaisen o su anime, la semana pasada no hubo review del capítulo 2 de Haikyuu, por ello, antes de dar paso a la del capítulo 3 comentaré un poco por encima los aspectos más importantes del segundo episodio, el cuál ha bajado mucho la calidad audiovisual a la que nos tenía acostumbrada la obra, pero que parece que ha vuelto a la normalidad con el tercer capítulo.
El capítulo prosigue el partido entre el Karasuno y el Inarazaki, pero lo primero con lo que se topa el espectador es con un dibujo y animaciones muy lejos de la calidad habitual de la serie, pero esto fue debido a que Production I.G. tuvo que subcontratar a otro estudio por falta de tiempo, y estos se encargaron como pudieron de la animación de este capítulo.
Dejando la calidad de la animación, el capítulo nos dejó un par de detalles pero nada mas que ello. En primer lugar, el episodio arranca otra vez con esa jugada entre los hermanos Miya simulando el rápido de Hinata y Kageyama.
El partido prosigue y en este se empieza a plantar la semilla que mas tarde florecerá y será hilo principal del tercer capítulo, pero de eso ya hablaremos más adelante.
En cuanto al Karasuno, Tsukishima consigue parar el rápido de los gemelos Miya, dándole una extrema satisfacción y provocando un escalofrío en Hinata.
Y finalmente, en cuanto a este último, aprovechando su velocidad y movimiento en cancha, el entrenador Ukai le manda a que defienda al hermano de Atsumu, evitando así que pueda rematar con facilidad y dificultándole lo máximo posible, logrando finalmente presionar con su figura al jugador del Inarazaki, haciendo que su tiro fuese directo a Nishinoya.
Ahora sí, pasamos al capítulo 3 donde la animación ha vuelto a su nivel y nos ha regalado uno de los capítulos más emotivos de todos los que recuerdo de Haikyuu.
El capítulo arranca recordando el encuentro entre Tanaka y Kanoka, y tras el opening vemos a un joven Tanaka en su entrada al Karasuno, con una imagen que hace que los demás intenten evitarlo para en pocos segundos mostrar que su apariencia no concuerda nada con su actitud, pues al ver a Shimizu por primera vez le grita que si quiere casarse con él. Al ser rechazado, su reacción deja perplejos a todos.
Tras varios recuerdos de sus inicios en el equipo, la acción vuelve al presente. En este vemos como Tanaka sigue teniendo dificultades en el partido, pues por mucho que lo intenta siguen bloqueándole todos los tiros. Esto provoca que poco a poco el jugador empieza a perder la confianza y a desesperarse, logrando que el plan del entrenador del Inarazaki surja efecto, con un Rintaro que logra bloquear a la perfección cada tiro de Ryu.
Esto solo va a peor, disminuyendo aún más la confianza de Tanaka, llegando a un punto crucial en el que el jugador del Karasuno busca un tiro muy ajustado que termina saliendo fuera, dejando al jugar tocado anímicamente y provocando el run run de la grada. Pero todo esto llega a su clímax cuando un desesperado Tanaka pide el balón pero Tsukishima le coloca el balón a Azumane.
Pero ante la adversidad aparece Hinata, que anima y felicita a Tanaka por la ayuda que le ofreció a Tsukishima, algo que agradecen mucho ellos al ser centrales porque muchas veces defienden solos. Estas palabras, consiguen animar a Ryu, que seguidamente vuelve a ayudar en defensa, esta vez a Hinata, logrando hacer que Osamu falle el tiro. En el contraataque, Tanaka vuelve a pedir el balón con gran determinación y Kageyama, confiado le coloca el balón a su compañero que consigue anotar un punto decisivo para el Karasuno con un tiro cruzado, rompiendo así la defensa del Inarazaki, levantado a toda la grada.
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