Con la verdadera forma del demonio de Asta revelada, el entrenamiento del joven mago está a punto de comenzar, pero antes Asta le da las gracias a su demonio, agradeciéndolo por todos esos momentos en los que estuvo luchando y pudo pelear gracias al poder que éste le brindó, y de esta manera conseguir llegar tan lejos.
Estas palabras provocan la risa del demonio y le confirman sus suposiciones de que Asta es realmente un chico estúpido, y por ello morirá por sus manos.
Todo esto da a pie a una situación cómica donde Asta recuerda su primer encuentro y llega a la conclusión de que su demonio es también un chico joven, y que no piensa ser derrotado por alguien como él.
El demonio, aún con su inquietante sonrisa en el rostro, exclama como el mago aún no es consciente de su situación, a la vez que le quita el grimorio e invoca su espada, dando comienzo a una lluvia de ataques por parte del demonio que parecen no tener fin.
Asta le recrimina que él no está buscando pelea, pero mientras decía eso Natch se limita a decirle que pelee, ya que para eso vinieron hasta este lugar, para volverse más fuerte en dos días, y para ello tiene que derrotar al demonio. En caso contrario, este le consumirá y se corromperá.
El vice capitán prosigue y le cuenta cómo todos los restos de huesos que están apiladas en la sala son los restos de los que intentaron realizar el ritual y fallaron, y que el será el siguiente si falla.
Asta le recrimina a Natch que entonces el ritual es algo que él no podrá hacer, a lo que su vice capitán le recuerda la fecha límite, y que con un método tradicional sería imposible para él volverse más poderoso, instándole a que deje de esquivar porque de esta manera, solo conseguirá lo contrario.
Mientras, el demonio sigue atacando sin descanso, pero Asta sigue sin contraatacar. Natch le vuelve a preguntar qué es lo que está haciendo, y Asta le responde que este demonio realmente no es un mal chico y no está intentando matarle. Natch le recrimina estas palabras ahondando en que los demonios no tienen consciencia y están llenos de ira, pero Asta recuerda al anterior demonio contra el que peleó y no se parecen en nada.
El demonio de Asta se lanza de nuevo al ataque pero a mitad de recorrido se detiene al escuchar de Asta que por ser un demonio no significa que tengas que ser una mala persona, a la vez que ve proyectado en el la figura de una chica que tiempo atrás dijo esas mismas palabras.
Buen capítulo, donde vemos el diseño completo del demonio de Asta y se nos revela más información acerca del ritual. Parece que se nos empieza a mostrar que realmente el demonio de Asta no es malo, seguramente debido a alguna interacción con la chica del final del capítulo y por ello le ha prestado ayuda hasta ahora.
Veremos en qué queda todo esto finalmente.
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