Años han pasado desde el estreno de A Silent Voice. Y aquí nos encontramos, años más tarde, con el mensaje de la película clavado en nuestras retinas, con la sensación de que en algún punto de nuestras vidas hemos pasado por las mismas etapas que sus protagonistas, y es que el mensaje que esta obra lanza al mundo es atemporal, aquello que sufren sus personajes podemos extrapolarlo a nuestro día a día, esa sensación de angustia, soledad, aislamiento.. nos ha ahogado en más de una ocasión. Por todo esto, desde La Séptima Capa queremos hablaros de esta oda a la adolescencia y al sentimiento de culpabilidad.
Conocida en Japón como Koe No Katachi es un largometraje que adapta la historia del manga de Yoshitoki Oima. La película fue producida por Kyoto Animation y dirigida por Naoko Yamada. El largometraje fue estrenado en 2016, compitiendo con la popular Your Name (Kiwi no Na wa), pero con una recaudación bastante inferior en Japón.
La película nos pone en la piel de Shoya Ishida, un adolescente que sufre depresión y quien planea suicidarse. A través de una serie de flashbacks vemos los motivos que llevaron al joven a esta situación, empezando todo con la llegada de Shoko Nishimiya, una joven con discapacidad a la cual el joven hizo bullying. Tras provocar que Nishimiya abandone la escuela por sus continuos maltratos, Ishida empieza a sufrir el desprecio de sus compañeros, quienes lo culpan por sus actos. Estos actos marcarían la vida del joven y provocarían en él un profundo sentimiento de culpabilidad y la decisión de no querer vivir.
A Silent Voice no es únicamente una crítica al bullying, es un retrato de la adolescencia y de la interacción humana, de cómo las decisiones en esa etapa de la vida nos marcan y nos persiguen a lo largo de los años, convirtiéndose en una carga demasiado pesada para sostenerla solo. Estas decisiones quedan reflejada en el largometraje a través de Ishida y sus compañeros.
Sin lugar a duda, uno de los factores que hacen tan destacable esta película son sus personajes y la evolución que tienen dentro de la misma. En el caso de nuestro protagonista, su personalidad fue marcada siendo muy joven por el daño que ocasionó y que posteriormente le fue devuelto, pero a lo largo de la obra vemos que su camino hacia la redención corre a través de abrirse a las personas y el autoperdon. Y no es el único personaje cuya evolución queda marcada a lo largo del film, puesto que Shoko, la cual poseía una personalidad insegura causada por su discapacidad y la sobreprotección de su madre, acabaría sintiendose más segura de sí misma.
Pero no solo los protagonistas tienen peso en la película, personajes como Ueno, quien refleja la inmadurez y el sentimiento de no avanzar en la vida, o Yuruzu y Nagatsuka quienes aportan humor y aligeran la carga emocional que desprende la obra.
La animación es realmente bonita, llena de detalles tanto en sus personajes como en los fondos, con colores muy llamativos y destacando sobre todo la manera de emplear las luces. Otro de los detalles más llamativos es el uso de "X" para representar el rechazo de Ishida hacia otras personas, y cómo estas caen cuando el joven consigue abrirse a los demás.
En cuanto a su banda sonora, su canción principal "LIT" del compositor Kensuke Ushio, cuya melodía lenta tocada al piano es sin duda el complemento perfecto para los momentos de enorme carga emocional que tiene la película.
Y es tras haber disfrutado (y sufrido) con Koe no Katachi cuando debemos plantearnos que ha supuesto esta obra. En ocasiones, la ficción se equipara a la realidad, y a día de hoy, años después de su lanzamiento, A Silent Voice lo sigue siendo. Su mensaje es palpable en nuestro entorno, por ello esta clase de obras, las cuales dan visibilidad, son tan necesarias puesto que consigue ponernos en la piel de otra persona (aunque sea ficticia) para darnos cuenta del daño que podemos o nos pueden ocasionar.
Es por ello que A Silent Voice supuso y supone una ventana a la realidad a través de la ficción, una manera de implicarse y conocer los efectos que tiene el maltrato a los demás y la manera que esto puede marcar sus vidas.
A Silent Voice es una obra hermosa a la par que intensa, un sumergimiento en la mente de unos jóvenes que han pasado por situaciones ante las cuales apartamos la vista a diario. El bullyng, el sentimiento de rechazo o de no encajar en un lugar, todas esas emociones acompañan al ser humano, y Koe no Katachi hace eco de ello.
Una película altamente recomendable por su crítica social y su mensaje, si bien hay quien crítica esta adaptación por representar el manga de manera apresurada, en mi opinión sigue siendo una película emotiva y preciosa.
Y a ustedes, ¿qué les ha parecido?.
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